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En los años 80s, solíamos culpar por muchos problemas de salud a la ingesta de grasa en la dieta, pero luego empezamos a quitarlas de nuestros alimentos, y sin embargo, no descendió el numero de casos de enfermedades metabólicas, como la diabetes, obesidad, entre otras.
Por el contrario, han aumentado. Esto hizo que muchos profesionales de la salud se preguntaran ¿porque?. La respuesta de un grupo cada vez mas numeroso... el azúcar.
El azúcar de mesa tambien conocido como sucarosa; esta compuesto por 2 moléculas: Glucosa y Fructosa. Cuando ingerimos un alimento con azúcar, esta se separa y la glucosa circula por todo el cuerpo alimentando nuestros músculos, cerebro y glóbulos rojos.
Sin embargo, la Fructosa, va directo al hígado, y es ahí donde comienzan los problemas.
Los comportamientos de la obesidad; comer demasiado, hacer poco ejercicio. La gula y la pereza son el resultado de su bioquímica, no la causa, comento el Dr. Robert Lustig, Endocrinólogo Pediátrico de la Universidad de California, especializado en el tratamiento de la obesidad infantil.
El exceso de fructosa, hace que nuestro hígado lo metabolice rápidamente, aumenta la secreción pancreática de insulina, y el hígado convierte esa energía en triglicéridos, el cual se almacena en nuestro hígado y tejidos como gotas de grasa.
Esta acción sostenida en el tiempo, es el principal responsable de las enfermedades metabólicas. Además, los altos niveles de insulina, interfieren en la comunicación cerebral con la hormona Leptina (responsable de la saciedad), lo cual hace que nos sintamos cansados, lentos y comamos mas.
El cerebro, también reacciona a estos dos azucares de formas completamente diferentes. Nuevas pruebas afirman que consumir refrescos azucarados en exceso ocasiona que nuestras neuronas se queden inactivas durante 20 minutos.
Por mas de 30 años las reglas de salud, indicaban un consumo reducido en grasas, así fue como se rediseñaron los productos alimenticios, y apareció la palabra LIGHT, que significa bajo en calorías.
Sin embargo, al quitar la grasa de los alimentos, su sabor no era tan deseable, con lo cual, la industria alimenticia decidió agregar azúcar para realzar los sabores. Así fue como hasta el día de hoy, se ha duplicado el consumo de azúcar.
Por otro lado, cuando consumimos el azúcar de las frutas, la cuestión es diferente ya que la fibra de la misma, ayuda a mitigar los efectos negativos de la fructosa, al disminuir la permanencia intestinal y enlentecer su absorción.
Es decir, la fruta no representa un problema para la salud, pero si lo es el jugo de fruta, ya que al no tener fibra actúa similar al azúcar de un refresco.
El azúcar, se puede esconder en las etiquetas nutricionales de los alimentos tras muchos nombres, como; sucralosa, fructosa, dextrosa, azúcar invertido y el mas conocido y dañino de todos es el jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF). Cualquiera de sus formas es peligroso en exceso.
El jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF), es mucho mas dulce y económico que el azúcar, y por lo tanto, la industria lo utilizo para endulzar casi todos los productos que podemos encontrar en un supermercado; refrescos, jugos, mermeladas, galletas, condimentos, sopas, salchichas, cereales, postres, yogur, etc.
El producto no necesariamente debe ser dulce para contenerlo. De esta manera ingerimos cantidades de azúcar superiores a las recomendadas por la OMS (25gr/día) sin darnos cuenta.
Por ejemplo, una lata de refresco ya supera el limite recomendado, ya que contiene 35 gr de azúcar.
Por lo que es extremadamente fácil, consumir elevadas cantidades de fructosa a diario, especialmente si la mayoría de sus alimentos están procesados. Incluso las bebidas supuestamente "saludables", contienen mucha mas azúcar o fructuosa añadidas que muchos postres.
Por lo tanto, es necesario que entendamos que no es la grasa alimenticia la que hace que engordemos, sino la fructuosa presente en gran parte de nuestros alimentos del diario.
La dieta moderna esta supercargada con fructosa, y estamos viendo las consecuencias de este tipo de alimentación en los índices disparados de obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas y casos de enfermedades de hígado graso no alcohólico.
El Dr. Lustig, argumenta que la fructosa, es una forma de azúcar muy presente en las dietas modernas, y que es un veneno, culpable de la epidemia de obesidad infantil de nuestra era.
Afortunadamente, hay buenas noticias.
Una de las cosas mas fáciles que podemos hacer para mejorar rápidamente nuestra salud, es disminuir el consumo de refrescos, las bebidas endulzadas, así como regresar a una alimentación mas casera, a base de alimentos enteros, ya que la mayoría de los alimentos procesados contienen JMAP.
Estos buenos hábitos, en conjunto con el ejercicio físico, y exponerse de forma segura al sol para optimizar nuestros niveles de Vitamina D, mejoraran en gran medida nuestra salud a largo plazo.
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Fuente:
alkemydiagnostico
NOTA: Este contenido no pretende ser un sustituto del asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional.